El autopago, la nueva modalidad de secuestro

La flamante forma delictiva comenzó a hacerse moneda corriente y preocupa a las fuerzas de seguridad. Se trata de la evolución del llamado "secuestro extorsivo". ¿En qué consiste?









Fuente: Grupo Crónica - Por María Helena Ripetta      mhripetta@cronica.com.ar 

 Secuestro extorsivo, exprés, virtual y ahora, también, “autopago”. Esta “nueva” modalidad preocupa a las fuerzas de seguridad, al ser un delito difícil de combatir.

En la ola de secuestros en lo que va de este año, hay varios bajo esta modalidad, en la que no hay margen ni para que la víctima pida ayuda a la policía, ni para que ésta accione.

Se trata de secuestrar a un matrimonio, a una madre y su hijo, por ejemplo, y mantener a una persona dando vueltas en un auto con parte de la banda, mientras que la otra va a buscar dinero en su propia casa, en la de un familiar, siempre con la amenaza de que si no lo hacen o dicen algo, matarán a la persona que tienen secuestrada.



Hubo un caso donde la víctima fue a la casa de la suegra a pedirle dinero para una “emergencia económica”, que era el pago de un rescate. “Estos hechos pueden o no ser planificados. No requieren de logística, más que un auto y armas. Quizás no son grandes las sumas que consigan, pero sí pocos son los riesgos que corren de ser detenidos”, se lamenta un funcionario judicial.

“Tanto el que está cautivo como quien busca el dinero están en poder de los delincuentes, que amenazan y presionan para conseguir la mayor cantidad de dinero en el menor tiempo posible. Puede haber cierta logística, pero también ser al voleo al ver una pareja en un buen auto, por ejemplo”, agrega.

Aun en el supuesto caso de que alguien se de cuenta de la situación y avise a la policía, los efectivos poco pueden hacer sin poner en riesgo la vida de las víctimas. Tampoco a los delincuentes les conviene que este proceso dure mucho tiempo, porque alguien puede detectar algún movimiento extraño.

“Estas bandas hacen múltiples secuestros de este tipo y suman los rescates”, explica un investigador. Las estadísticas que hay sobre los secuestros son siempre relativas, se calcula que el número es superior, teniendo en cuenta que no siempre se denuncia, o que depende de cómo sea tomada por la policía dicha denuncia. Para que sea secuestro, tiene que haber un pedido de pago de rescate a cambio de la liberación del cautivo.

Por eso, ni el virtual ni el exprés entran dentro de esta tipificación, el exprés se le llama cuando se priva de la libertad a una persona y se la lleva a recorrer cajeros, por ejemplo. El virtual cuando se engaña diciendo que se tiene a un familiar cautivo y, en realidad, no se lo tiene, es una estafa.
Los secuestros extorsivos “largos” en los que se pedían rescates millonarios ya casi no hay, requieren de mucha logística, dinero y con los avances tecnológicos los delincuentes corren muchos riesgos al tener “guardada” una persona durante varios días. Eso no quiere decir que las bandas que ahora cometen estos tipos de secuestros sean improvisadas.