Reflexión:

Prevenir antes de que suceda y ordenar antes de la confusión.

El árbol que casi no puede rodearse con los brazos, brotó de un germen minúsculo. El viaje de mil, empezó con un paso.

Aprende a aprender, regresa por el camino que los demás ya han recorrido. El sabio no es erudito y el erudito no es sabio.

El camino del cielo beneficia y no perjudica. La norma del sabio es obrar sin combatir.

TAO, escritura milenaria china, capítulo LXIV

martes, 11 de agosto de 2015

Corra, cúbrase y pelee.

Si la cosa se pone fea: corra, cúbrase y pelee.




por Carlos Pissolito

Cada tanto leemos o vemos en los medios de comunicación que las personas que sufren un asalto o un intento de secuestro terminan muy mal. El resultado, muchas veces, es esta persona o un familiar suyo muerto o gravemente herido. En ocasiones, la persona intentó resistirse, en otras no. Por lo que puede concluirse que aquí no existe una regla suprema para nuestro comportamiento que no sea otra que tratar de preservar la propia vida y la de los que nos dependen según sean las circunstancias que nos toque vivir. En ese sentido, no hay recetas.


Más allá de las recomendaciones que venimos efectuando para evitar caer en estas situaciones límite mediante la alerta y la prevención (http://minutoseguro.blogspot.com.ar/2015/04/aspectos-generales.html); debemos admitir que existirá siempre la posibilidad concreta de sufrir un asalto armado. Ya sea que seamos el blanco principal o que nos encontremos en un escenario que lo incluya (el asalto a un banco, un tiroteo en la calle, etc.)

Nuestro estado de alerta
Probablemente, el factor más importante que afecta la reacción de una persona en una situación límite sea su estado de alerta mental. Tal como ya fuera explicado en nuestra columna (http://minutoseguro.blogspot.com.ar/2015/02/los-niveles-de-alerta.html). Otro factor a tener en cuenta es aceptar que existe la posibilidad cierta de sufrir un incidente crítico; por lo que se impone la consigna de estar preparado, educar y practicar con los que nos rodean diversos procedimientos defensivos.
En este sentido, cuanto antes se advierta la amenaza mayores serán nuestras posibilidades de enfrentarla con éxito. Como ya lo hemos explicado, la mayoría de los asaltos/ataques exigen una inteligencia previa por parte del delincuente para conocer nuestras rutinas y debilidades. Estas tareas de inteligencia pueden ser detectadas (http://minutoseguro.blogspot.com.ar/2015/04/inteligencia-criminal.html). Lo que nos permitirá ponernos es el nivel de alerta adecuado. En ocasiones, una simple mirada puede bastar para disuadir una agresión. Demostrándole al agresor que uno está alerta y no distraído.
En resumen, aunque no pueda evitarse un ataque, el hecho de reconocerlo y reaccionar rápido puede ser la diferencia entre sobrevivir o sufrir graves consecuencias.

Corra, cúbrase y pelee
Una vez que uno advierte que somos el objeto de un asalto/ataque o que nos encontramos en el escenario de uno, debemos tomar la decisión crítica de: correr, de cubrirnos o de pelear. Lo primero es determinar la dirección del ataque, a los efectos si nuestra decisión es correr, saber hacerlo en la dirección correcta. Si no pudiéramos reconocer rápidamente la dirección del ataque, porque -por ejemplo- estamos dentro de nuestra casa, lo más prudente es cubrirse en un lugar seguro.

En el caso de disparos
Si se tratara de un ataque con armas de fuego es importante saber lo siguiente:
Movimiento: Siempre será más difícil impactar en un blanco en movimiento que en uno que se encuentre estático.
Distancia: Las armas de puño tiene un alcance efectivo que no supera los 25 m. Por lo tanto, poner rápidamente distancia respecto del atacante jugará a nuestro favor.
Angulo: Disparar contra un blanco que se mueve en línea recta será siempre más fácil que contra uno que cambie su dirección. Si corre, hágalo en zigzag.
Cubiertas y encubrimiento: Hay que saber que determinados objetos (un vidrio, la puerta de nuestro auto) no detienen por sí mismo el impacto de un arma de fuego. Vale decir no sirven como cubiertas. Lo mejor es cubrirse detrás de un objeto contundente como una pared o un árbol. El encubrimiento, ocultarse, es decir colocarse detrás o dentro de un objeto que no es una cubierta, sirve siempre y cuando el delincuente no haya advertido nuestro movimiento. Si no hubiera ninguna cubierta o encubrimiento disponible, tírese cuerpo a tierra para minimizar su figura.

En caso de pelear
Si esta fuera su decisión. Hágalo siguiendo los siguientes parámetros:
Busque su oportunidad y úsela.
Aplique toda su fuerza y determinación.
Tenga practicado una serie de pocos, pero efectivos, golpes defensivos.
No descarte usar objetos contundentes que pudiera tener a mano. Por ejemplo, una lapicera puede ser un arma mortal.

El guerrero interior
Nuestro estado mental será siempre lo más importante para sobrevivir en una situación crítica. Aún en el caso en el que seamos heridos. Es muy importante saber que es posible sobrevivir en estas situaciones límite. Ya que, aún, una persona herida dispone de un valioso tiempo para ponerse a salvo, buscar ayuda médica y salvar su vida.
Además, hay que tener en cuenta que un buen estado físico reforzará nuestras posibilidades de éxito. Lo mismo que nuestra determinación por sobrevivir y en poder hacerlo. En otras palabras nuestro guerrero interior estará siempre ahí, listo para actuar cuando sea necesario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario