Reflexión:

Prevenir antes de que suceda y ordenar antes de la confusión.

El árbol que casi no puede rodearse con los brazos, brotó de un germen minúsculo. El viaje de mil, empezó con un paso.

Aprende a aprender, regresa por el camino que los demás ya han recorrido. El sabio no es erudito y el erudito no es sabio.

El camino del cielo beneficia y no perjudica. La norma del sabio es obrar sin combatir.

TAO, escritura milenaria china, capítulo LXIV

martes, 8 de diciembre de 2015

Como defenderse de un ataque armado.






por Carlos Pissolito

Lo primero que tenemos que reconocer es que los ataques armados con armas de fuego, rifles de asalto y granadas se han vuelto -recientemente- en algo más común que el pasado. Especialmente, si se observan los últimos ataques terroristas como los del 13 N en París o los de San Bernardino en los EEUU. También, no es extraño que criminales con alto grado de organización, tales como narcotraficantes, asaltantes de bancos y camiones de caudales usen este tipo de armas y sus correspondientes usos tácticos.
La respuesta institucional
Estas situaciones están llevando a las fuerzas policiales de todo el mundo a adaptar sus procedimientos de respuesta. Inicialmente, tiempo atrás, cuando un grupo armado tomaba rehenes y se parapetaba en un edificio, el procedimiento policial se orientaba a realizar un cerco a dicho edificio. Luego se esperaba la llegada de los equipos especializados, los que  iniciaban las negociaciones pertinentes, a cargo de un especialista, con los delincuentes o con los terroristas en cuestión. A la par que desplegaban tiradores especiales en condiciones de abatir a los secuestradores, si se daba la oportunidad y si la negociación fracasaba.

Pero, a partir de la toma de la escuela Columbine en los EEUU en 1999 los especialistas se vieron obligados a cambiar este criterio. Ya que los atacantes, mientras la policía local establecía el perímetro y buscaba negociar, ellos comenzaron a disparar y a matar a sus rehenes.



En consecuencia, se vieron obligados a cambiar sus protocolos e introducir uno que fue denominado como la "respuesta activa". La misma consiste en la disposición de un equipo altamente entrenado y bien equipo que tiene la capacidad de ingresar en forma inmediata en el edifico donde se encuentran los rehenes y que busca su inmediata neutralización para evitar mayores víctimas entre los civiles.

Además de esta medida, los estudios revelaron que muchos ataques fueron prevenidos por policías locales que estaban alertas y detectaron a los atacantes antes de que éstos iniciaran sus ataques. Estos casos, se dieron especialmente en la realización de controles de ruta o cuando los policías detectaron procederes que les parecieron sospechosos.

También, se supo que la participación espontanea de policías fuera de servicio e incluso de civiles fueron vitales para impedir o minimizar muchos de estos ataques. Tal como sucedió recientemente en el tren de alta velocidad francés, cuando tres soldados norteamericanos se abalanzaron e impidieron el ataque por parte de un terrorista armado con un fusil.

La respuesta individual
Más allá del cambio en la respuesta institucional, cada uno de nosotros debe adaptar su proceder ante esta nueva modalidad delictiva/terrorista.

Al respecto, hay que tener en cuenta lo siguiente:

1. Como lo hemos dicho siempre, cuanto antes percibamos una situación de peligro, mayores serán nuestra posibilidades de evitarla o, al menos, en sus peores consecuencias. Por lo que los niveles de alerta son siempre fundamentales (cliquear: http://minutoseguro.blogspot.com.ar/2015/02/los-niveles-de-alerta.html)
2. Previo a cualquier resolución personal, sea la de huir o la de resistir. Es fundamental determinar el origen y la dirección de los disparos.
3. Por lo general, y pese a la potencia de algunas armas, las personas heridas se encuentran, por lo general, a muy corta distancia de los atacantes. Por lo tanto, buscar mantener distancia funciona en la mayoría de las situaciones.
Una vez despejadas estas incógnitas nuestro proceder se debe guiar por lo siguiente por la trilogía de: esconderse, correr o pelear (cliquear: http://minutoseguro.blogspot.com.ar/2015/08/corra-cubrase-y-pelee.html)

Para lo cual hay que tener en cuenta:

1. Si opto por esconderme es fundamental hacerlo en un lugar que no haya sido detectado previamente por los atacantes. Además, hay que tener en cuenta las diferencias entre una cubierta contra el fuego de una contra las vistas. La primera, es un objeto sólido (p.ej. un árbol) que puede detener el disparo de un arma de fuego, la segunda, solo me oculta (p.ej. un arbusto) , pero no detiene un disparo. Si en el lugar no hubiera ningún tipo de cubiertas una opción es tirarse cuerpo a tierra.
2. Si opto por correr, debo hacerlo para alejarme de las armas que están disparando y en lo posible debo hacerlo en zigzag para dificultar la puntería de los atacantes.
3. Si opto por pelear deberé esperar una oportunidad para hacerlo y al hacerlo emplear el máximo de mis fuerzas.
Por último, recordar que aunque fuera herido, por lo general, dispondré de tiempo para alejarme del lugar y para concurrir a un lugar de asistencia médica. Nunca hay que despreciar al guerrero que todos llevamos adentro y hay que dejarlo aflorar en las situaciones que lo requieran. 

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